¿Qué pasa con mi cuerpo durante el embarazo?

Mamá Independiente Feb 03, 2021

¿QUÉ PASA CON MI CUERPO DURANTE EL EMBARAZO?

A lo largo del embarazo tu cuerpo va a sufrir muchos cambios. A continuación, te contaré semana a semana cuáles son estos.

Si están planeando tener un bebé, prepárate ya que se vienen aproximadamente 40 semanas de embarazo y un sinfín de preguntas. Sin embargo, muchas veces nos preguntamos qué pasa con el bebé y no con nosotras, las mamás, quienes tenemos la misma importancia ya que el cuerpo de igual manera pasará por ciertos cambios.

A continuación, les explico la semana a semana del embarazo desde esta perspectiva.

- SEMANA 1: Aquí está tu primer día de menstruación y es el comienzo del ciclo del embarazo, donde tu cuerpo se prepara para la gestación. Debido a esto hay que tener ciertos cuidados con la alimentación, evitando tabaco, alcohol o medicamentos no prescritos.

- SEMANA 2: Empezarás a experimentar los primeros síntomas como cansancio, sensibilidad en los senos o náuseas matutinas.

- SEMANA 3: Viene la implantación del feto en el útero a manera de un leve sangrado llamado ?de implantación?, en ocasiones puede ser confundido con la menstruación.

- SEMANA 4: Quizá tus senos son más sensibles ahora, incluso podrías tener algunas venas azuladas en la piel. También experimentarás un oscurecimiento de la aréola mamaria y en estas semanas de embarazo tendrás muchas ganas de ir al baño todo el tiempo.

- SEMANA 5: Aumenta el nivel de sangre en tu cuerpo y por ello se forma el tapón mucoso en el útero, mismo que expulsarás en el parto.

- SEMANA 6: Sentirás tus caderas más anchas y notarás una pigmentación en la piel, donde quizá surjan manchas, sobre todo en la cara. No siempre pasa, pero desaparece después del embarazo. Tu útero está en crecimiento y va presionando tu vejiga, por lo que las ganas de ir al baño serán mayores.

- SEMANA 7: Quizá haya calambres ocasionales o molestias en el abdomen bajo parecidos a los malestares premenstruales. Duerme 8 horas diarias para no sentir mucho cansancio por la mañana.

- SEMANA 8: Tienes un 40 o 50% más de volumen de sangre en tu cuerpo, lo notarás en las venas que se harán más visibles. También pasarás por cambios de humor como enojo e irritación.

- SEMANA 9: Las náuseas se irán de a poco, pero el pelo y uñas crecerá más rápido de lo común. En esta semana es importante disminuir el azúcar para cuidar no subir de peso. Procura evitar la sal para no aumentar la presión ni acentuar la retención de líquidos.

- SEMANA 10: Muchas ganas de ir al baño y pudieses tener sensación de desmayo. Es común tener un hambre voraz por ciertos alimentos, incluso algunos que antes no te gustaban. Evita ejercicios que pueden reducir la dotación de oxígeno en su bebé como buceo o alpinismo.

- SEMANA 11: Tu útero está casi 10 centímetros por debajo del ombligo. Si las nauseas permanecen, come cinco o seis pequeñas colaciones durante el día. En este periodo puedes tener congestión nasal a causa del aumento del flujo sanguíneo y a veces una sensación de oídos tapados, ambas son normales.

- SEMANA 12: Te aparecerá la línea parda, es una mancha oscura que va del ombligo al pubis. Seguro tus pantalones y faldas ya no te sirven más. Tu intestino estará en constante movimiento por las hormonas del embarazo y la presión del útero, te sugiero comer alimentos ricos en fibra y líquidos para reducir el estreñimiento.

- SEMANA 13: Tus pies crecen por el relajamiento de los ligamentos a causa de la progesterona, incluso subirás un número más al final de la gestación. Cuidado con el sol para evitar manchas, pero no lo dejes del todo, pues los rayos solares benefician a la producción de vitamina D, un nutriente que mejora la absorción de calcio.

- SEMANA 14: Si notas sangre y sensibilidad en las encías ve al dentista durante esta semana. Tu fluido vaginal aumentará y puede llegar a ser molesto.

- SEMANA 15: Si hay várices en la familia usa medias de compresión para aliviarlas y/o prevenirlas. Tu útero está 4 centímetros abajo del ombligo.

- SEMANA 16: La libido aumentará, así como la energía que tenías antes, aunque seguirás hinchada, eso es normal, por lo que será bueno mantenerte en movimiento a través de ejercicios y caminatas, además de tomar mucha agua y descansar con los pies en alto.

Quizá tu útero tendrá falsas contracciones conocidas como de Braxton Hicks. Asegúrate de usar mucha crema para hidratar la piel y darle elasticidad suficiente para el estiramiento y minimizar estrías.

- SEMANA 17: Tu pancita será más evidente, invita papá a tocarla y a comunicarse con su bebé. Tu digestión se irá haciendo lenta por el crecimiento del útero empujando el estómago. También aumentará la sensación de acidez después de comer y es bueno saber que las relaciones sexuales no ponen en peligro al bebé en ninguna etapa del embarazo, siempre que se trate de un embarazo normal.

- SEMANA 18: Sentirás los movimientos de tu bebé y tendrás el útero a nivel del ombligo, donde crecerá aproximadamente un centímetro por semana. Puede que notes manchas en el brassiere a nivel de los pezones, es el calostro, una leche especial que alimentará a su hijo en los primeros días de vida.

- SEMANA 19: Ser un mar de hormonas provocará ciertas molestias como dolor de senos y náuseas. Pero, ésta es la etapa más cómoda del embarazo porque los malestares empiezan a disminuir. Además, el útero no habrá crecido tanto y las molestias típicas, como ganas de ir al baño, cansancio y náuseas, serán muy leves. Punto en contra, pueden aparecer várices.

- SEMANA 20: Tu útero ya rebasa el ombligo y habrás subido entre 4 y 6 kilos desde el inicio del embarazo. Quizá sientas molestias a nivel del pubis y el útero duro, de nuevo las contracciones de Braxton Hicks.

Tus tobillos y muñecas se hincharán, sobre todo al final del día causado por la compresión de las venas por el útero, lo que podría generar pesadez en piernas o un hormigueo en pies y manos.

- SEMANA 21: Sentirás una hinchazón en tus tobillos y pies, sé paciente, este es producido por el lento retorno venoso de la sangre que retiene el fluido en los tejidos. Posiblemente tendrás un poco de gingivitis que se irá después del parto. Importante, no dejes de mantener un sano cuidado de tus dientes.

- SEMANA 22: En las semanas de embarazo 24 y 28 debes hacer una prueba de tolerancia a la glucosa, dependiendo del nivel en la sangre se evaluará cómo tu páncreas reaccionará frente a una sobrecarga de glucosa y se buscará descartar una diabetes gestacional.

- SEMANA 23: La presión en la vejiga se va haciendo más y más fuerte, por eso crecen tus ganas de ir al baño. El volumen de sangre aumenta, pero no el número de glóbulos rojos, por lo que en ocasiones se produce un tipo de anemia denominado anemia fisiológica. Por el incremento de hormonas sexuales, probablemente aumentará el vello en tu cuerpo, pero se irá tras el parto. Algo increíble es que tu cabellera lucirá mucho más abundante y brillosa que antes.

- SEMANA 24: Notarás los pies hinchados, sobre todo en la noche. Continúa hidratándote, tomando mucha agua y con cremas para evitar la aparición de estrías en abdomen y en senos.

- SEMANA 25: Tu areola crecerá, se volverá oscura y podrían aparecer unos bultitos llamados tubérculos de Morgagni, encargados de secretar una sustancia para lubricarlos durante el embarazo y protegerlos de infecciones en la lactancia.

- SEMANA 26: Habrá comezón en el vientre porque la piel cada vez se estira más y el útero crece a pasos agigantados, lo que te puede causar molestias en la pelvis y la espalda.

- SEMANA 27: Arrancas con el tercer trimestre de embarazo donde aumentarás medio kilo por semana, siendo menos ágil para moverte y hasta más cansada, evita esfuerzos excesivos. Si necesitas quedarte sentada mucho rato, hazlo, pero trata de levantarte unos cinco minutos al finalizar cada hora.

- SEMANA 28: Tu útero ronda los 28 y los 30 centímetros. Las caderas y la pelvis ya hicieron lugar al feto que dará algunas patadas incómodas, sobre todo por la zona de las costillas y en el diafragma. Para evitar ardores, gases, molestias abdominales y la retención de líquidos que puede producir edemas en los tobillos, manos y cara, elije bien lo que comes.

- SEMANA 29: Si ve que del pezón sale un poco de leche, es el calostro, una sustancia amarillenta y rica en grasa que nutrirá a tu bebé antes de que te baje la leche. También notarás la vagina más hinchada, sobre todo por la noche, esto es a causa de la presión del útero y del bebé sobre los vasos de la zona pélvica.

- SEMANA 30: Tu postura y centro de gravedad cambia conforme crece tu bebé dentro del útero. Tus músculos abdominales se van estirando, las hormonas hacen que los ligamentos se distiendan y que el útero presione algunos nervios, lo que puede causar dolor en la parte baja de la espalda, nalgas y caderas.

Además, es común que salgan hemorroides por la compresión uterina sobre el ano, disminuyendo el retorno venoso y por el estreñimiento propio de la gestación. Los síntomas que producen las hemorroides pueden ser picor, escozor o dolor.

- SEMANA 31: Habrá dolor e insensibilidad en dedos, muñecas y manos, generalmente en la noche o al levantarte por la mañana. Los tejidos de tus muñecas se pueden hinchar, lo que aumentará la presión en el túnel carpiano, creando una sensación de adormecimiento y hormigueo, punzadas de dolor agudo o sensación de quemazón.

- SEMANA 32: Si tienes tendencia a formar várices, haz todos los días ejercicios circulatorios para el embarazo. En estas semanas de embarazo puedes sentir molestias relacionadas con el aparato digestivo como ardor de estómago y tránsito intestinal lento, el cual puede mejorar con alimentos altos en fibra y tomando mucha agua.

- SEMANA 33: La pelvis se sentirá pesada porque tu bebé se está acomodando, por lo que puede haber molestias y calambres a nivel de la vagina. También puedes notar cómo sobresale el ombligo debido a lo grande que ya está el útero.

- SEMANA 34: Estás unos 10 o 12 kilos arriba de tu peso, sin embargo, el apetito es muy pequeño por la presión que tu bebé genera en los intestinos. Te sugiero comer pequeñas porciones a distintas horas del día. Para esa semana ya debes tener listo lo que llevarás al hospital para recibir a tu bebé.

- SEMANA 35: Dormir por la noche será difícil debido a la incomodidad. De nuevo habrá contracciones de Braxton Hicks, pero esta vez serán un poco más largas e incómodas. Sentirás más flujo vaginal que antes, pero atención con lo siguiente, si hay sangre o es color rosado y mucoso, quizá estés sacando el tapón mucoso, por lo que en días siguientes podría comenzar la labor de parto.

- SEMANA 36: Para estas semanas a tu bebé solo le queda crecer y crecer, relájate. Quizá habrá hinchazón en piernas debido a que el útero presiona con más fuerza las venas y arterias de la pelvis.

- SEMANA 37: Continúa el crecimiento de tu bebé y tu panza. Si notas hinchazón en las manos o en la cara, un aumento de peso extraordinario o dolores de cabeza que no se van, con visión borrosa o puntos brillantes frente a los ojos, llama al médico.

- SEMANA 38: Cuando la bolsa de líquido amniótico se rompa debes llamar al doctor, pero tranquila, porque después de eso aún pueden pasar varias horas antes de que llegue la primera contracción. Una señal de que el parto está próximo es tener contracciones regulares, que cada vez vienen a intervalos más cortos.

- SEMANA 39: Seguramente ya estarás de acuerdo con tu doctor para llamarlo cuando se necesite, que será cuando tus contracciones duren entre 40 y 60 segundos, se repitan cada cinco minutos y se mantenga la dinámica durante una hora.

- SEMANA 40: La espera terminó y la fecha prevista para el parto ya habrá llegado. Si se llegase a pasar la fecha prevista no significa un retraso, especialmente si la fecha de parto se calculó basándose únicamente en tu primer día del último periodo, pues si ovulas más tarde de lo que te calcularon podría suceder que hayas quedado embarazada unos días después.

Atención, si llegasen a pasar la fecha prevista no significa un retraso, especialmente si su fecha de parto se calculó basándose únicamente en el primer día del último periodo, a veces las mujeres ovulan más tarde de lo que calcularon y podría suceder que habían quedado embarazadas unos días después de lo calculado.

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